La crisis sanitaria que vivimos ha hecho que no podamos postergar algunas decisiones. Ahora ya no podemos poner excusas:

  1. Debemos dar el paso a la tecnología para automatizar algunos de los trabajos que hasta ahora eran manuales.
  2. Debemos ser innovadores y creativos para lanzar campañas, productos y servicios que atraigan a nuevos clientes
  3. Debemos ser creativos para sacarle el máximo partido a los recursos de los que disponemos.
  4. Debemos ser flexibles para adaptarnos a cambios, como los que hemos vivido en los últimos meses. Todo es incierto en un panorama internacional tan complejo.
  5. Debemos aceptar el cambio de paradigma en el que vivimos, donde las viejas reglas de lo estable ya no funcionan en los negocios. La adaptabilidad extrema al mercado, a las necesidades y deseos del cliente, son la nueva realidad.

La pregunta es, ¿cómo vamos a hacer estos cambios?

La respuesta ya la sabes, hace falta un cambio de mentalidad.

Posiblemente el cambio más importante que puede hacer cualquier empresa, porque ya sabes que el potencial de una empresa es el talento que aporta su equipo laboral. Y para eso es necesario un equipo con una mentalidad abierta y flexible.

Nos ha llegado el momento de dar el paso hacia esa nueva mentalidad. La mayoría de nosotros venimos de sistemas educativos muy rígidos, con escalafones ciegos y donde el ensayo-error ha sido castigado. Ese paradigma ya no es útil, ya no corresponde con la realidad. El nuevo mercado laboral nos pide todo lo contrario. Ahora tenemos que ser flexibles y probar continuamente cosas nuevas (que fallaran muchas veces, porque es lo que pasa con las cosas nuevas) y estar en continuo aprendizaje.

 

Afortunadamente cambiar de mentalidad es más fácil de lo que imaginamos, porque sabemos qué tipo de mentalidad es la que mejor funciona en el mundo actual.  ¿Estás listo o lista para saber que mentalidad hemos de adoptar? Porque te va a sorprender.

 

La mentalidad que hace desarrollar las empresas y a sus trabajadores es la mentalidad del artista.

Sí, los artistas reciben una formación que encaja perfectamente en el nuevo mundo laboral. 

Mientras que la mayoría de las carreras y grados universitarios siguen en un sistema de escalafones ciegos, exámenes y memorización, los artistas, incluso en los programas oficiales, aprenden a “trabajar haciendo”, no teorizando. Por eso, en este nuevo paradigma, son el modelo para imitar.

 

Un artista aprende durante sus años de formación, entre otras habilidades a:

  • Imitar a grandes maestros de la técnica y la ejecución
  • Buscar técnicas y conceptos innovadores
  • Explorar materiales con los que trabajar.
  • Someterse continuamente a la crítica, su trabajo se muestra al público, no es un trabajo académico que acaba en un cajón.
  • Establecer sinergias con otros artistas.
  • Su aprendizaje se basa en el ensayo-error expuesto. Es externo, la crítica, no interno, una calificación o una corrección.
  • Ser aprendices autodidactas, su base es la exploración.
  • Buscar medios de financiamiento para su obra.
  • Vender de forma particular su obra, creando canales de venta.
  • Convertirse en una marca personal con una identidad clara.

 

Estas son algunas de las fortalezas y habilidades que exige el nuevo mercado laboral, y no es la primera vez que lo escuchas.

¿Cuántas veces los gurús tecnológicos, los visionarios exitosos y los grandes empresarios y empresarias se autocalifican o son calificados con estas habilidades?

Si haces un repaso por el modelo actual de trabajo verás que estas son fortalezas atribuibles a Jack Ma, Elon Musk, Víctor Kuiper o al empresario que montó un supermercado ecológico en tu barrio.

Trabajo duro, simplificar, aceptar los errores, pasar la acción, orgullosos u orgullosas de su trabajo…y todos ellos han hecho algo de la nada.

En este nuevo mundo ningún trabajo se puede realizar si no tienes habilidades artísticas.

Tu trabajo, y por ende todos los trabajos, son artísticos porque con ellos se transforma el mundo, por muy pequeño que sea este cambio.

Si quieres profundizar en este tema y tomar más ideas puedes leer el libro “Piensa como una artista” de Will Gompertz.