Los negocios funcionan gracias a la autoconfianza. Creer en ti es la base para no rendirte, para reinventarte, para enfrentar el día a día de un negocio.

Vivimos en una época única, un momento en el que las barreras se pueden romper. Para eso sólo hace falta formación y tenacidad. La formación está a un clic, a unos kilómetros de distancia, en las bibliotecas y en los centros de emprendimiento.

La tenacidad, que da la autoconfianza, es un bien más escaso.  Muchas veces sentirás flaquear la confianza en ti:

  • Cuando estés diseñando tu producto/servicio y veas la competencia que te rodea
  • Cuando no consigas citas para presentar tu producto.
  • Cuando decenas de mails no sean contestados.
  • Cuando tengas por respuesta un no tras otro.
  • Cuando tu esfuerzo en las redes sociales no genere ventas en miles de momentos tu autoconfianza será puesta a prueba y perderá.

    Sólo hay una manera de sobreponerte y es pensar poco y actuar mucho.   Cuando estés en una crisis de emprendedor, y no sepas que hacer, actúa.

No pienses, porque en las crisis económicas y emocionales
nunca pensamos con claridad. No podemos, nadie puede.

Aunque ahora tengas una fe ciega en tus capacidades y en tu negocio ten listo un plan de acción para cuando el ánimo decaiga.  Todos los emprendedores padecemos el síndrome del vendedor, una ruleta rusa de emociones que pasa de la euforia de la venta a la derrota del no, todos los días.

La autoconfianza es la clave para sobreponerte y tener éxito en un negocio. No te hace falta tomar decenas de empoderamiento ni de autoconocimiento personal para que la confianza que tienes en ti este siempre de tu lado. 

¿Cuándo confías en los demás? Cuando cumplen las promesas que te hacen. Cuando no faltan a una cita, cuando te entregan lo que prometieron, cuando su palabra siempre se cumple…sólo así se genera confianza.

¿Cómo lograrás confiar en ti?   Con la misma regla.
Hazte promesas y cúmplelas. Así sabrás que puedes confiar en ti.

  • Si te prometes que tu página web estará terminada en 10 días, emplea día y noche en no fallar a tu palabra.
  • Si hoy tienes que visitar a dos potenciales clientes, hazlo quieras o no quieras… porque te lo has prometido y tú solo confías en las personas que cumplen con lo prometido.
  • No olvides, que mientras alguien dice, no se puede, otro lo está haciendo. Tú eres ese otro.